Escondido en un santuario recluido, el corrompido Dragón Aspecto Alamuerte ha esperado,
recuperándose de las heridas de su última batalla contra Azeroth y buscando el momento
oportuno para poder reconvertir el mundo en fuego líquido.
Pronto, Alamuerte el Destructor volverá a Azeroth y su erupción de Infralar dividirá el mundo,
dejando una herida infectada en los continentes. Mientras la Horda y la Alianza se lanzan
a la carrera hacia el epicentro del cataclismo, los reinos de Azeroth serán testigos de movimientos
sísmicos de poder, el despertar de la guerra de los elementos y la aparición de héroes insólitos
que se alzarán para proteger su mundo, traumatizado y deteriorado por la devastación absoluta.